Extraños
Sentíamos la necesidad de despojarnos de todo para olvidarnos de todo. Era una sensación difícil de explicar, pero nos quemaba por dentro. La ropa sobraba y el espacio se nos agrandaba ¿Por qué habíamos sido tan estúpidos? Hacía ya un tiempo que nos sentíamos distantes, pero eso no importó; ya no nos escuchábamos, no nos abrazábamos, ni nos complacíamos como antes. Estábamos en el juego equivocado, trabajando cada vez más y descuidando los pequeños detalles. Pero ese día fuimos uno solo, nos complementamos; Ese día fuimos amantes, al salir el sol éramos dos extraños más.